En el complejo entorno laboral actual, donde la competitividad, la autoexigencia y la presión por alcanzar metas elevadas son constantes, ha surgido un nuevo trastorno que amenaza la salud mental y física de los colaboradores más comprometidos: la sisifemia.
Este término, acuñado por José Manuel Vicente, Director de la Cátedra de Medicina Evaluadora de la UCAM, describe un fenómeno que va más allá del "workaholism" o el burnout, y está relacionado directamente con la ambición obsesiva y el perfeccionismo extremo en el trabajo.
La sisifemia se caracteriza por el agotamiento físico y mental de los colaboradores que, día tras día, se enfrentan a tareas y objetivos prácticamente inalcanzables. Este ciclo interminable de esfuerzo extenuante y frustración constante, similar al mito de Sísifo que empujaba una roca colina arriba solo para verla rodar de nuevo hacia abajo, condena al trabajador a repetir su jornada laboral sin descanso ni satisfacción real.
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A diferencia del burnout, que surge tras años de estrés acumulado, la sisifemia afecta en un periodo mucho más corto de tiempo y se manifiesta principalmente en personas con una fuerte autoexigencia y perfeccionismo, que no logran desconectar del trabajo ni en sus momentos de descanso.
Detectar la sisifemia implica estar atentos a señales claras: la incapacidad para desconectar del trabajo, el sacrificio del descanso y la vida personal, la dependencia de ansiolíticos para dormir o estimulantes para seguir trabajando, y la sensación de que, por mucho esfuerzo que se haga, nunca es suficiente.
Para prevenirla, es esencial establecer límites claros entre el trabajo y la vida personal. Si el agotamiento se vuelve insostenible, es crucial pedir ayuda profesional y aprender a gestionar la carga laboral de manera saludable.
Las empresas juegan un papel fundamental en la prevención de la sisifemia. Deben asegurarse de que la carga de trabajo esté bien distribuida, que existan suficientes recursos humanos, y que se promuevan políticas de salud mental dentro del entorno laboral. Fomentar la evaluación de los riesgos psicosociales, ofrecer programas wellness o eventos de mindfulness, meditación, y promoción de la actividad física son estrategias clave para cuidar del bienestar de sus colaboradores
La sisifemia evidencia una tendencia peligrosa dentro del mundo laboral moderno, especialmente en profesiones altamente demandantes y en colaboradores con un sentido de responsabilidad y perfeccionismo exacerbado.
Este trastorno, aunque nuevo en su definición, pone en el centro del debate la necesidad de equilibrar nuestras ambiciones profesionales con la salud mental y física. Solo reconociendo los riesgos y actuando pro-activamente podremos evitar que esta condena de Sísifo se vuelva una realidad para más colaboradores.
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