Muchas veces pensamos que se debe al estrés o a la carga laboral, pero en realidad la causa puede ser mucho más simple: falta de hidratación.
De acuerdo con un estudio publicado en la revista Medicine & Science in Sports & Exercise, una deshidratación tan leve como del 1–2 % del peso corporal puede tener un impacto negativo en el estado de ánimo, la concentración y la memoria de trabajo. Esto significa que incluso si solo “olvidas” beber agua durante unas horas, tu rendimiento cognitivo puede verse afectado sin que te des cuenta. (Fuente: Cadence™ USA, 2023).
Además, aumenta la irritabilidad, el cansancio y los dolores de cabeza, lo cual afecta tanto a tu productividad como a tu estado de ánimo.
Cuando tu cuerpo no recibe suficiente agua, el cerebro lo resiente de inmediato. El motivo es sencillo: el 75 % del cerebro está compuesto por agua.
La hidratación ayuda a mantener un flujo adecuado de oxígeno y nutrientes, lo que se traduce en mayor claridad mental y capacidad de enfoque. En contraste, la deshidratación genera lo que los expertos llaman “niebla mental”, esa sensación de estar presente pero con la mente dispersa.
Para que la hidratación sea un hábito y no un esfuerzo aislado, te compartimos una estrategia muy sencilla que puedes aplicar de inmediato:
-Bebe 250 ml de agua cada hora. Piensa en ello como un vaso pequeño que acompaña tu jornada.
-Coloca tu botella o termo a la vista. Tener agua cerca aumenta la probabilidad de que realmente la bebas.
Esta estrategia también se conoce como “8×8”: ocho vasos de 250 ml distribuidos en ocho horas laborales.
-Más energía mental para tomar decisiones y enfocarte en tus tareas.
-Menos dolores de cabeza y menos fatiga al final del día.
-Mejor ánimo y menor irritabilidad, lo que impacta en tu relación con colegas.
-Prevención de errores asociados al cansancio o la falta de concentración.
La ciencia es clara: una hidratación adecuada no solo es buena para tu salud, también es una herramienta clave para mantener tu rendimiento en el trabajo.
Hidratación consciente significa escucharte y cuidar de ti en los pequeños detalles. Mantén tu botella cerca, crea recordatorios y haz de este hábito una pausa para recargar cuerpo y mente.
Tu concentración y tu salud lo agradecerán.
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