En la actualidad la Salud Financiera se incluye dentro del desarrollo pleno de los seres humanos, sumando la Salud Mental, Salud Física y Salud Nutricional.
Fuente: Encuesta de la Salud financiera en edad adulta, Encuesta ENIF, 2021
La Política Nacional de Inclusión Financiera, describe la Salud Financiera como “un estado que posibilita que las personas sean capaces de manejar sus finanzas de manera adecuada, permitiéndoles hacer frente a sus gastos cotidianos, afrontar variaciones negativas en sus flujos de ingresos y aumentos desproporcionados o inesperados en sus gastos (tener resiliencia), lograr sus metas y aprovechar oportunidades para lograr su bienestar y movilidad económica”.
A su vez, la salud financiera contempla cuatro elementos:
El manejo efectivo de las finanzas consiste en que una persona, o una familia, sea capaz de planear sus ingresos, gastos y ahorro para el futuro, esto a través de la elaboración de un presupuesto, y así evitar contraer deudas o, en su caso, pagar las cuentas a tiempo, lo que representa un cimiento en la buena salud financiera.
El conocer las ventajas y riesgos del dinero, nos permite aprender a hacer un presupuesto para lograr estabilidad económica, cómo conseguir la meta de ahorrar, las ventajas y riesgos del sector financiero y la forma de protegernos de fraudes.
Fuente: La importancia del apoyo emocional sobre el estrés, American Psychological Association, 2015
De acuerdo con BBVA, una mala salud financiera puede conllevar problemas de salud mental. Los gastos inesperados, la incapacidad de ahorrar y los tratamientos médicos que conllevan un desembolso importante suelen ser factores que pueden desencadenar estrés, ansiedad y otros trastornos.
Según la American Psychological Association en su informe ‘Paying with our health’ "el estrés crónico producido por los retos financieros afecta al 26% de los estadounidenses".
También detalla que “la ansiedad permanente por el dinero puede conllevar conductas de alto riesgo como el abuso de alcohol y drogas, excesos con la comida o comportamientos sedentarios que contribuyen a empeorar la salud mental y física de la persona. Los sectores de población más afectados son las mujeres y los jóvenes, ya que en ellos repercuten directamente las consecuencias de una mala gestión financiera por parte de las familias.”
Mental Health First Aid International recomienda algunos pasos para mejorar la salud financiera y mental de las personas afectadas.
La educación financiera beneficia en la calidad de vida, seguido de tres grandes pilares: salud física, salud mental y salud nutricional. Si tenemos un desorden en nuestras finanzas personales, es inevitable que nuestra salud física, nutricional y mental se deterioren. Incluso nuestras relaciones pueden resultar dañadas, el entorno con una pareja, con la familia o con los compañeros del trabajo se puede quebrantar.
La salud financiera en la actualidad permea cada aspecto del ser humano. Cuidar la salud financiera es esencial para garantizar un bienestar integral. Además de los beneficios económicos evidentes, una buena gestión financiera promueve la salud emocional y física, fortalece las relaciones personales y familiares, y facilita el éxito profesional.
Es una inversión fundamental que contribuye a una vida más equilibrada, satisfactoria y libre de estrés, permitiendo a las personas alcanzar su máximo potencial en todas las áreas de la vida.