Ácido láctico, el aliado en tu rutina de fitness

Para muchos entrenadores de fitness y atletas, el ácido láctico históricamente se ha visto como un enemigo y se le ha tachado de ser el culpable del dolor muscular y la fatiga. Sin embargo, recientes investigaciones han descubierto que el ácido láctico puede ser un aliado para el acondicionamiento físico.

Pero ¿por qué se le ha relacionado con el dolor muscular y la fatiga? Al realizar un ejercicio extenuante las personas generan energía a través del sistema aeróbico, pero cuando el cuerpo se encuentra bajo condiciones máximas de estrés como al levantar pesas, correr un sprint o practicar un entrenamiento HITT, utiliza el sistema anaeróbico.

Cuando esto sucede, el organismo produce una sustancia llamada lactato, anteriormente  se creía que los niveles altos de esta sustancia en la sangre disminuían la capacidad del músculo para continuar trabajando, pero en realidad es un mecanismo de defensa que previene sobrecargar el músculo y dañarlo permanentemente.

Desde el punto de vista de los entrenadores, el ácido láctico debe de verse como un importante indicador para promover la adaptabilidad del músculo, ya que su producción durante el ejercicio desencadena una serie de cambios metabólicos que mejorarán la capacidad del cuerpo para procesarlo.

Es decir, al practicar ejercicios de resistencia lo ideal es minimizar la producción de ácido láctico y ser capaz de procesarlo rápido; sin embargo, al realizar ejercicios de alta intensidad lo ideal es tener una mayor producción de este componente.

Los programas de Body Systems han sido probados científicamente y están diseñados para que en las clases que impartas, poco a poco el organismo de cada uno de tus alumnos se vaya adaptando a producir y procesar el ácido láctico de acuerdo con el tipo de ejercicio que practican.

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